(Aeronoticias) Según publicación del diario El Comercio que transcribimos, Omar Chehade ya dio un paso al costado. “Tenemos cinco minutos”, fue lo primero que dijo el presidente Ollanta Humala cuando lo saludó la periodista Cecilia Rosales, enviada especial del Comercio a Hawai.
Con un apretón de manos, en la que le agradeció por brindarle la entrevista. Acababa de concluir su segunda cita bilateral del día, esta vez con el primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda, y los funcionarios de prensa peruanos habían logrado separar un ambiente en el mismo hotel donde se hospeda el mandatario nipón para la primera entrevista que brinda el jefe del Estado a El Comercio, y el primer contacto con la prensa que accedió a tener en esta ciudad.
El presidente se sentó en uno de los sofás habilitados, y al frente, un poco apretujados, estaban los tres ministros que lo acompañan a la cumbre del APEC: el canciller Rafael Roncagliolo; el titular de Economía, Luis Miguel Castilla; y el de Comercio, José Luis Silva. Los demás miembros de la comitiva, entre seguridad y protocolo, fueron testigos de la conversación. No había mucho tiempo, así que, cuando ya eran las 9 de la noche en el Perú y 4 de la tarde en Honolulu, empezamos la breve entrevista con el presidente de la República.
Usted señaló el viernes en su primera intervención pública en el APEC que el Perú es una tierra de oportunidades para la inversión; sin embargo, en nuestro país hay un recrudecimiento de las protestas sociales. ¿Qué está pasando?
Las protestas sociales son una constante, no es un brote sino es constante en toda la historia republicana del Perú, es el enfrentamiento de sectores mineros y sectores agrarios. Acuérdese de que en el pasado el Perú era agrario y no minero. Hemos entrado a ser mineros a partir de la República. Sucede que, así como hemos heredado una serie de acuerdos y de concesiones que ya entregó el Estado antes de que fuéramos gobierno, estamos heredando también los conflictos. Acuérdense de que cuando hemos asumido el Gobierno había más de 200 conflictos sociales, que son los que hoy de alguna manera están brotando. Lo que hay que hacer es conducirlos democráticamente al buen cauce.
¿Esa conducción democrática implica que sus ministros firmen un acta para suspender las concesiones mineras en Andahuaylas y en Chincheros?
Lo que se está orientando es a la minería ilegal [al emitir el acta]. Acá lo que hemos señalado bien claro es que se defiende el principio de autoridad. En segundo lugar, se respeta lo firmado y, en tercer lugar, vamos a hacer todo lo necesario para absolver las dudas legítimas que pudiera tener la población con respecto a determinadas concesiones mineras o inversiones mineras que, por cierto, no las hicimos nosotros. En cuarto lugar, abrimos el campo, el puente al diálogo y creemos que esa es la mejor forma de solucionar los problemas, pero respetando la legalidad y respetando el orden público.
Algunos consideran que los grupos radicales que lo apoyaron durante la campaña buscan presionar para que usted regrese a sus orígenes. ¿Qué piensa usted de eso?
Lo que he aprendido en política es a no elucubrar, no hacer conjeturas sobre lo que algunos dicen. Yo opino sobre lo que sucede.
¿Pero no estamos ante otro ‘andahuaylazo’, ante 18 mil personas que han salido a exigir que el Gobierno detenga las concesiones mineras?
Creo que no podemos comparar las dos cosas. Por lo menos con la información que contamos acá no hay ningún muerto y no se ha roto el Estado de derecho. Hay protestas, evidentemente, que como le repito no las hemos generado nosotros con nuestras políticas. No creo que la población que ha salido a protestar a las calles haya salido a protestar contra el gravamen minero o la creación del Midis o Cuna Más o Pensión 65 o contra el planteamiento de presupuesto para el 2012, en el cual le damos un fuerte incremento al aspecto social. Las protestas vienen de antes, porque probablemente la forma como se hicieron las concesiones fueron de alguna manera cuestionadas, pero repito: nosotros heredamos una situación ya dada y tenemos que actuar sobre lo que tenemos y lo que tenemos es que respetar el Estado de derecho.
Pero las protestas solo se detienen con el compromiso del Gobierno de suspender las concesiones mineras. ¿No es eso presión?
La población, obviamente, cuando sale a las calles, sale a presionar. Lo que tenemos que entender es que, en lo que estamos de acuerdo, es que no podemos permitir que la minería ilegal destruya nuestro medio ambiente, como lo ha venido haciendo en la zona de Madre de Dios o del río Ramis, que los han contaminado, o que se introduzcan en el parque natural de Tabacona, en San Ignacio, y que lo estén destruyendo. Eso es lo que nosotros no podemos permitir. Queremos que haya un equilibrio entre la actividad minera y el respeto al medio ambiente.
¿Piensa, a la luz de los acontecimientos en el Perú, que tal vez no debió venir a esta cita, a una ciudad tan asociada con el turismo?
Hemos venido acá para el APEC. Hemos cumplido la agenda y tengo entendido que mañana [hoy], que hemos cumplido la agenda, estamos retornando al país.
¿Qué deja el APEC a los peruanos?
Lo que vamos a ver primero es un país que va manejándose con responsabilidad, va manejándose de la manera correcta y va siendo reconocido en el ámbito internacional como un país que, en una situación difícil que vive la economía mundial, va avanzando bien, avanzando con una economía sólida y con el compromiso que hemos asumido con el pueblo peruano y que lo vamos cumpliendo.
Se ha reunido con los grandes líderes mundiales: EE.UU., China, Rusia, Japón. ¿Usted siente que el Perú es cada vez más reconocido internacionalmente?
No sería muy afecto de decir lo que pienso porque yo mismo soy el actor. Creo que habría que preguntar a los otros actores cómo ven al Perú. Pero lo que yo veo es que las grandes potencias del mundo están dando una importancia al Perú que hace diez años no se le daba.
CASO CHEHADE
En el ámbito político se cuestiona, por ejemplo, el tema de su vicepresidente Chehade. ¿Usted siente que lo está retando al no renunciar porque le pidió dar un paso al costado?
Para mí ya terminó ese asunto. Dio un paso al costado. Nosotros hemos señalado que lo que más le convendría es dar un paso al costado y eso es lo que ha hecho. No pertenece al Ejecutivo, por lo tanto nosotros no tenemos ninguna relación con él en estos momentos.
¿Le ha presentado su renuncia entonces?
Repito que es un caso cerrado. Se le pidió que diera un paso al costado y dio un paso al costado, y hoy día no pertenece al Ejecutivo.
¿Usted asume como un paso al costado cuando dice en su comunicado que no asumirá ninguna función de vicepresidente?
Repito que ya es un tema terminado y que nosotros hoy en día nos concentramos en lo sustancial, que son los compromisos con el país. El resto es secundario.
Disculpe, presidente, pero no entiendo…
Muchas gracias. Ya le he dicho tres veces. Fuente: El Comercio, Edición domingo 13 de noviembre de 2011, página A2-Entrevista con el presidente de la República.