(Aeronoticias).- Cuando muchos pasajeros preparan reclamos a la naviera italiana propietaria del “Costa Crociere” en pos de indemnizaciones tras su encallamiento el pasado viernes , dicha empresa descarga toda responsabilidad al capitán de la nave con el aparente fin de liberarse de cargos que harán las compañías de seguros.
Ayer mediante un comunicado la empresa calificó como “graves errores de criterio “al conducir el lujoso barco con más de 4 mil pasajeros, a su capitán, Francesco Schettino, quien además prácticamente abandonó la nave olvidando la tradición marina de ser el último en salir y ahora está preso.
Mientras tanto las autoridades italianas anunciaron que ya se logró ubicar la llamada “ caja negra” que, al igual que en los aviones, marca automáticamente cómo ha sido el comportamiento de la máquina.
Como se sabe, el crucero de turismo encalló a unos 50 metros de la isla de Giglio en momentos en que maniobraba para saludar a su población de unos 800 habitantes, con todas sus luces encendidas y las sirenas a todo dar.