(Aeronoticias) Debido a las molestias y trastornos que con frecuencia acompañan el proceso de erupción de la muela de juicio o cordal, la han hecho la pieza dentaria más conocida, comentada y “sufrida por parte de la población adulta del mundo entero”.
Los trastornos de erupción que comúnmente la acompañan son los de tipo inflamatorio, el cual tienen generalmente como origen el traumatismo masticatorio sobre la zona. Con frecuencia, se observa acompañada por un proceso infeccioso que hacen la hacen más molesta y su tratamiento más complejo.
Erróneamente, se considera a la muela cordal como una pieza dentaria de defectuosa constitución, obedeciendo esta creencia a las frecuentes caries que sufre durante el período de su erupción, que si bien esto resulta ser cierto, no es debido a debilidad de su estructura dentaria sino a las condiciones de poca higiene a las que se encuentra sometida durante ese período y posterior a él, debido a su dificultosa ubicación.
La forma de dicho molar suele variar de una anatomía normal a microdoncias (dientes pequeños) pudiendo también no existir en la arcada. Debido a que el Tercer molar, el nombre correcto de dicha pieza dentaria, se encuentra último en la erupción y posición en la arcada dentaria, suele hacerlo muchas veces mal posicionado. Estas mal posiciones pueden variar y puede quedar totalmente retenido en el hueso, siendo necesaria una radiografía para su hallazgo y control.
El tratamiento de la muela de juicio o cordal depende de la ubicación de esta, pudiendo ser parte de la arcada dentaria normal como ser necesario hacer la extracción de esta antes o después de la aparición en boca. No siempre que el diente se encuentra retenido en el hueso es necesario extraerlo, muchas veces se controla en el tiempo mediante radiografías, evitando muchas veces la exodoncia.
En el proceso de erupción de la muela de juicio hay que tratar de tener una higiene minuciosa en la zona, ya que los trastornos que acarrean durante su aparición en la cavidad bucal son debidos en su mayor parte a infecciones locales de la encía que se encuentra rodeando a la pieza.
Algunas veces, el odontólogo debe sacar esta encía que se encuentra sobre el molar para mejorar la higiene de este y así evitar que se infecte la zona. Este proceso infeccioso e inflamatorio que rodea a la cordal se denomina “pericoronaritis”. Este proceso puede ser acompañado por dolor, inflamación, mal aliento y tambien por fiebre, decaimiento general y adenopatías (ganglios inflamados) y una apertura bucal disminuida.
VISITANOS EN: Calle Boulevard 162 suite 402 El Polo
Atención previa cita: 2737683 – 604*3846 – 942640085