¿Cómo se las arregla Alemania para pasar el invierno con siete centrales atómicas sin funcionar? Esa es la pregunta que se hacían, hace algunas semanas, no sólo los alemanes, sino también sus vecinos europeos. El hecho de que no se hayan producido cortes de electricidad se debió, evidentemente, al tiempo soleado y ventoso. Las centrales fotovoltaicas instaladas en Alemania podrían producir, en el mejor de los casos, 25.000 megavatios, lo que corresponde aproximadamente a la energía de 18 centrales nucleares.
La historia de las energías renovables es, sin duda, una historia de éxitos, y así lo subraya una y otra vez también el ministro alemán de Medio Ambiente, Norbert Röttgen (CDU). Se está ampliando la infraestructura de manera muy dinámica, la garantía de abastecimiento es alta y, desde hace meses, Alemania produce excedentes de electricidad a pesar de la crudeza de este invierno.
“En febrero no hubo ni un solo día en el que no abastecimos de electricidad a los países limítrofes”, dijo Röttgen con gran satisfacción. Y eso contribuye a mantener estables los precios. Este jueves, 23 de febrero, el precio básico de la electricidad en la bolsa de Alemania es de 41 euros. En la de Francia es de 69 euros, y en Suiza llega a los 74 euros.
Energía fotovoltaica, una inversión atractiva
Pero la situación no es tan fácil como parece, ya que la energía fotovoltaica genera problemas al Gobierno alemán. La fotovoltaica se financia, como otras energías renovables, a través de una tasa ecológica que pagan los consumidores. La Ley de Energías Renovables (LER) garantiza a los operadores de red una retribución de su prooveedor de energía por una suma regulada legalmente por un período de 20 años.
Dado que los precios de las centrales solares bajaron considerablemente en los últimos años, a los propietarios los atrajo cada vez más la idea de colocar una central en el techo de sus casas. También aumentó la cantidad de agricultores que construyeron parques solares sobre superficies no cultivadas. Los proovedores de esas centrales reciben hasta 24 céntimos de las operadoras de la red nacional que almacenan la fotovoltaica. La diferencia entre el monto de las retribuciones y el precio de la electricidad en el mercado la paga el consumidor. Cuanta más electricidad solar se almacena, más aumenta la cuenta del consumidor final.
Se reducirán subvenciones a la fotovoltaica
La electricidad fotovoltaica representa un 20 por ciento de las energías renovables en Alemania, pero se lleva más de la mitad del monto que prevé la LER para financiarlas. Y para que esa suma no siga aumentando, el Gobierno alemán planea recortar aún más el fomento a la electricidad solar. Como adelanto al recorte del 15 por ciento planeado para julio de 2012, los operadores de centrales fotovoltaicas recibirán, ya a partir de marzo de este año, sólo 19,5 céntimos por kWh. Por lo tanto, las tarifas de retribución se reducirán a la mitad, en comparación con 2009, y se planea seguir bajándolas.
“Queremos que continúe la expansión fotovoltaica, y considero que es, definitivamente, la tecnología actual con el mejor horizonte de exportación”, dijo el ministro alemán de Medio Ambiente. Y agregó que el objetivo es, sin embargo, que la electricidad fotovoltaica se financie a sí misma a precios de mercado lo antes posible. Es decir que, en el futuro, sólo un 90 por ciento de la electricidad se comprará a precios garantizados. Los pequeños inversores, sólo un 85 por ciento. El resto deberá ser vendido o consumido por los mismos proveedores de centrales fotovoltaicas.
Se teme por puestos de trabajo
El Gobierno alemán tiene urgencia en aplicar estos recortes para que no se venda electricidad a precios antiguos y con tarifas de subvención más altas, señaló Röttgen. En el último período legislativo se llevó a cabo una mala política de subvenciones, dijo el político de la CDU criticando a sus antecesores del SPD. “Se sobreexigió claramente a la fotovoltaica. Una sobreexigencia que no es posible revertir, ya que está comprometida a 20 años de garantías”, subrayó el ministro alemán de Medio Ambiente.
En las asociaciones ecológicas y en el sector económico de la energía solar, los planes de recorte del Gobierno alemán fueron recibidos con disgusto, como era de esperar. “Es un enorme fiasco para el abastecimiento energético del futuro. Además de la fotovoltaica, se corre el peligro de que se destruya a uno de los pilares del cambio energético en Alemania”, criticó el presidente de BUND (Asociación Alemana para el Medio Ambiente y la Protección de la Naturaleza), Hubert Weiger. El presidente de NABU (Asociación Alemana de Protección a la Naturaleza), Olaf Tschimpfe, dijo que los planes del Gobierno eran “totalmente desmesurados”. El sector de la economía solar y las asociaciones de trabajadores temen pérdidas de puestos de trabajo si se aplican los recortes.
Se necesita más eficiencia
Pero el Gobierno de Angela Merkel no sólo quiere reformular la LER sino también seguir fomentando la eficiencia en el sector energético. Sin embargo, rechaza una norma de la Comisión de la Unión Europea según la cual las compañías abastecedoras de energía deberán comprometerse a vender un 1,5 por ciento menos de energía por año. El ministro alemán de Economía, Phillip Rösler, tachó la norma de “economía planificada”.”Este tipo de normativas detalladas por parte de la Comisión de la UE no cuentan con el apoyo del Gobierno alemán”, señaló el ministro.
En lugar de eso, el Gobierno alemán quiere que se fije por ley una mejora de la eficiencia energética a nivel europeo en un 20 por ciento hasta el 2020, y la manera de cumplir con esa meta queda librada a cada país miembro. De ese modo, los países miembros podrían decidir si incrementan el rendimiento energético en un 6,3 por ciento o si reducen el consumo energético en un 4,5 por ciento en un lapso de tres años.
Autora: Sabine Kinkartz/ Cristina Papaleo
Editor: Enrique López
Deutsche Welle