(Aeronoticias) El ministro de Transporte de Argentina, Juan Pablo Schiavi, renunció este miércoles al cargo por la tragedia ferroviaria que dejó 51 muertos y más de 700 heridos el pasado 22 de febrero.
El funcionario recibió multitud de críticas por su gestión además de por las declaraciones iniciales que hizo tras producirse el siniestro de la línea Sarmiento. En su primera intervención pública censuró la costumbre de los usuarios de viajar en los primeros vagones los más dañados tras empotrarse en el andén contra otro convoy y adujo que, de haberse distribuído proporcionalmente la gente, el número de víctimas habría sido inferior.
También planteó, como elemento de mala fortuna, que era un dia laborable en lugar de festivo. De haberse dado esa circunstancia, añadió que también se habrían registrado menos muertos y heridos.
El Gobierno, que se presentará como querellante en el proceso judicial, ha intervenido la empresa concesionaria del servicio de cercanías que sufrió el accidente, Trenes de Buenos Aires (TBA), propiedad de los hermanos Cirigliano, uno de los grupos de transporte más poderosos del país.