(Aeronoticias).- Bélgica contuvo este 16 de marzo el aliento cuando entorno a las diez de la mañana de este viernes dos aviones militares belgas Hércules C-130 tocaban tierra en el aeropuerto militar de Melsbroek, cerca de Bruselas, procedentes de Suiza. A bordo, 22 féretros blancos de los niños fallecidos en el bus accidentado el martes en un túnel del Valais, en Suiza.
Repique de campanas
Tanto de la comunidad francófona de Valonia, en el sur, como en la flamenca de Flandes, en el norte, de donde procedía la mayor parte de las víctimas, tañeron de manera sincronizada a las once. Las banderas ondearon a media asta.
«¿Cómo gestionar el dolor de todo un país?», se preguntaba hoy el periódico belga francófono «Le Soir». En una emotiva portada, el rotativo sensacionalista flamenco «Het Laatste Nieuws» incluía a cinco columnas las fotografías de los niños fallecidos, con sus nombres y apellidos.
«Un minuto de silencio para todos ellos», era el titular del diario flamenco. Las principales emisoras de radio y televisión emitieron en la mañana programas especiales, y dedicaron varios minutos a emitir sólo música clásica, en señal de respeto. «Nunca olvidaremos esto», comentó a la radiotelevisión pública francófona (RTBF) una habitante de Lovaina, una de las ciudades flamencas de donde procedían los niños fallecidos. «Hacía tiempo que no recibíamos un golpe de este tipo», agregaba.
La UE se solidariza
No sólo Bélgica y Holanda lloran sus muertos. Como gesto de solidaridad, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, decidió que las banderas que adornan el perímetro exterior del edificio Berlaymont, sede del ejecutivo de Bruselas, también ondearan a media asta.
Tras la breve ceremonia castrense en el aeródromo de Melsbroek, los coches fúnebres con los féretros partieron en dirección de las ciudades de Flandes de donde eran originarios los niños fallecidos.
¿Las causas del accidente?
Los niños fallecidos estudiaban en dos colegios de Flandes, uno en Lommel, cerca de la frontera con Holanda, y el otro en Heverlee, cerca de Lovaina, a unos 40 kilómetros al norte de Bruselas. Según las últimas investigaciones, el chofer del autobús, que se estrelló contra las paredes de un túnel en Sierre, en el cantón del Valais, no había ingerido alcohol, tampoco cambiaba un DVD en el momento del accidente, como sugirieron algunas versiones de prensa este jueves, ni conducía con velocidad excesiva.
El análisis técnico del autobús siniestrado comenzará hoy mismo. Los peritos deben determinar si el vehículo estaba en malas condiciones mecánicas. El accidente se produjo en un túnel de una autopista entre las ciudades helvéticas de Sierre y Sion, cuando el bus tocó por causas desconocidas primero la pared lateral izquierda del túnel, se desvió hacia la derecha y terminó estrellándose en una zona de emergencia para vehículos.
Editor: José Ospina-Valencia
Deutsche Welle / DPA.
