El canciller David Choquehuanca y el presidente Evo Morales de Bolivia,
Choquehuanca fue muy claro al reiterar que el problema del enclaustramiento de Bolivia no se iba a “trilaterizar”, es decir que no intervendría un tercer país y que sólo se consultaría al Perú en caso que su salida al mar afecte territorios que le pertenecieron antes de la guerra con Chile en la que este país despojó al Perú Arica y Tarapacá y se apoderó de 400 kilómetros del litoral boliviano, sellando su enclaustramiento desde entonces e impidiendo su desarrollo posterior.
Es de recordar que Bolivia negocia desde hace tres años con el gobierno chileno, que preside Michelle Bachelet una solución a su secular encierro, sin que hasta la fecha se vislumbre algún alcance concreto ni real. Sólo se sabe que existe una agenda bilateral con 13 puntos en su agenda.
Mientras tanto, medios diplomáticos de Perú y Bolivia trabajan para dar por superadas las fricciones entre ambos países producidas por expresiones verbales de sus respectivos mandatarios en las que el presidente Evo Morales usó adjetivos inusuales contra su par peruano, Alan García Pérez, quien al final dijo que era de “tontos” pelearse entre latinoamericanos.
A su turno, Evo Morales se rectificó a si mismo, acogiendo la posición de Alan García al declarar: “Acepto. No nos peleemos. Trabajemos juntos por nuestros pueblos.”