(Aeronoticias).-El Sumo pontífice Benedicto XVI presidió la misa del Jueves Santo, en la Basílica de San Pedro del Vaticano, dando así inicio a las celebraciones de Pascua, durante la cual denunció la situación dramática de la Iglesia, y condenó el llamado a la desobediencia lanzado por sacerdotes.
Cabe señalar que durante la homilía pronunciada ante unos 1,600 religiosos, entre ellos cardenales, obispos y sacerdotes de todo el mundo, el máximo representante de la Iglesia Católica reconoció que esta atraviesa un momento dramático.
Condenó el llamado de un grupo de sacerdotes europeos a favor de la desobediencia que defiende entre otros puntos, la ordenación de las mujeres y en contra del celibato.
Cabe recordar que un grupo de sacerdotes austríacos creó la Pfaffer Initiative, que es una exhortación a la desobediencia destinada a la abolición del celibato en el sacerdocio y una apertura a que las mujeres puedan mitigar la falta de sacerdotes.
Sobre el caso de la ordenación de mujeres, el pontífice se interrogó «¿Ordenar mujeres? No estamos autorizados, aseguró al explicar que la Iglesia actual está atravesada por señales de rebelión.