(Aeronoticias).- Cuenta el autor Elbert Hubbard (1889) que «en todo el asunto de la guerra de la independencia con Cuba, hubo un hombre que sobresalió por su fidelidad a la misión encomendada.
Cuando se declaró la guerra entre España y los Estados Unidos era muy necesario comunicarse prontamente con el jefe de los insurrectos.
García se encontraba en la manugua de Cuba, sin que nadie supiera su paradero. Era imposible toda comunicación con él. El presidente tenía que contar con su cooperación sin pérdida de tiempo.
Alguien le dijo “hay un hombre llamado Rowan que puede encontrar a García, si es que se le puede encontrar”. Se trajo a Rowan y se le entregó una carta para que a su vez le entregara a García.
De cómo fue que Rowan hizo un viaje de cuatro dias y desembarcó en las costas de Cuba en un bote sin cubierta. De cómo fue que se interno en las montañas y en tres semanas salió del otro lado de la isla, habiendo atravesado a pie un país hostil y entregado la carta a Garcia, son cosas imposibles de narrar.
Pero si consta que Mac kinley, presidente de los Estados Unidos, puso una carta en las manos de Rowan para que éste le entregara a García. Rowan tomó la carta y no preguntó: “¿donde está García?”.
He aquí un hombre cuya figura debe ser vaciada en imperecedero bronce y puesta su estatua en todos los centros de estudio, instituciones y empresas del país.
No es solo la enseñanza de libros lo que la gente necesita, ni solo la instrucción de esto o aquello, sino el indurecimiento de las vertebras para que sean fieles a sus cargos para que actúen con diligencia, para que sepan cumplir con la misión que se les encomienda. No hay hombre que no haya tratado de administrar una empresa, y que no haya comprobado la inhabilidad o la falta de voluntad de la gente en concentrar sus inteligencias en una cosa dada y hacerla.
La inasistencia irregular, la desatención ridícula, la indiferencia vulgar y el trabajo mal hecho, parecen ser la regla general en nuestro mundo.
La civilización busca ansiosa, insistentemente al hombre que como Rowan al entregársele una carta a García, tranquilamente toma la misiva sin hacer preguntas inútiles, y sin intención alguna de arrojarla al primer tacho de basura que encuentre a su paso, cumple con su misión y entrega la carta.
Ese hombre nunca se queda sin trabajo, ni tiene que hacer huelga para que se le aumente el sueldo. cualquier cosa que ese hombre pide la consigue. Se le necesita en toda ciudad, en toda empresa. El mundo entero lo necesita. Se necesita con urgencia al hombre que puede llevar un mensaje a García”.
¿Creen ustedes que hombres como Rowan que llevó el mensaje a García serían los que en realidad podrían salvar al mundo en caso de una probable, inminente y fatal destruccion del Universo?
¿O que hombres como éste son los llamados a construir un mundo mejor?
Pues si, solo hombres como éste serán capaces de los actos mas heroicos.
Hombres valientes que sepan dar gloria a Dios y al mundo en la gran tarea de la lucha por la vida de cada día.
Fortaleza y decisión es lo que hace de los hombres, héroes. Recuerda siempre estas palabras: “No te sientas vencido, ni a un vencido. No te sientas esclavo, ni a un esclavo. No te sientas incapaz de cumplir con aquello que se te encomienda, eres capaz de cumplir con eso y mucho más. Entonces con esta actitud mental positiva, sabrás llevar el mensaje a García. Cumplirás leal y fielmente con la misión que se te encomienda. Eso es lo que engrandece y dignifica al hombre