(Aeronoticias).-Veintisiete años después, y sin tapujos ni miramientos, ni un poco de arrepentimiento, por la absurda sangre derramada, el exmilitar Telmo Hurtado admitió su responsabilidad penal en el asesinato de 31 de los 69 campesinos en Accomarca, Ayacucho.
«En el operativo de eliminación no hubo diferencia entre mujeres y niños, para nosotros todos eran terroristas», confesó sin mostrar en ningún momento una gota de arrepentimiento, ante la Sala Nacional Penal que lo enjuicia.
Que mayor prueba de esto, los 26 niños cruelmente asesinados aquel fatídico 14 de agosto de 1985, cuando una patrulla militar ingresó abruptamente a ese pueblo para matar sin compasión a sus habitantes.
Cabe precisar que a pesar del tiempo transcurrido, los crímenes cometidos por Telmo Hurtado no han prescrito, por este motivo ahora es enjuiciado por asesinato y desaparición forzada.
La Fiscalía por su parte ha solicitado 25 años de prisión para el exmilitar, sin embargo cabe la posibilidad que luego de su confesión el tribunal podría imponerle una condena menor.
Hurtado acusó a todos los implicados en la masacre de Accomarca, quienes continúan negando su participación.
«Todo el Estado Mayor estaba enterado del asesinato. El general Wilfredo Mori Orzo, quien fue jefe del Comando Político Militar de Ayacucho, me envió dos días después de lo ocurrido a hacer una limpieza, es decir a desaparecer a los testigos del crimen, todo con tal de que no se vean comprometidos la plana mayor en un escándalo periodístico», contó.
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