El piloto que conducía unos pequeños aviones bimotor, con cinco personas a bordo, sobre el aeropuerto norteamericano de Florida murió repentinamente y cuando se esperaba lo peor uno de los pasajeros con experiencia de vuelo tomó decididamente los controles y logró hacer aterrizar la aeronave.
Aunque no es la primera vez que esta proeza ocurre, casi siempre con ayuda de los controladores de tránsito aéreo (CTA), similares casos están registrados en la historia aeroportuaria mundial, incluso se dio cuenta de cierta ocasión en que la esposa de un veterano piloto (que jamás había manejado una avioneta) al ver que su marido moría fulminado por un infarto, pudo poner en tierra la aeronave siguiendo las instrucciones de los CTA y aún con ayuda de un piloto que acercó su propio avión para guiar a la asustada pero también afortunada señora.
Esto sucedió el domingo pasado en los Estados Unidos, las autoridades de la Administración Federal de Aviación (FAA), informaron que el fallecido piloto acababa de despegar del aeropuerto de Marco Island, exclusivo para ejecutivos, para dirigirse hacia la ciudad de Jackson cuando se le apagó la vida ante la perplejidad de sus cinco pasajeros.
Para entonces ya la máquina, modelo de lujo King Air, volaba a más de 10 mil pies de altura (unos 3 mil metros) y estaba conectado al piloto automático .Fue entonces que, para suerte de los demás, uno de los pasajeros que tenía licencia para pilotar aviones de un solo motor, empuñó el timón y los pedales para posar en tierra la avioneta, conteniendo la respiración y rezando un padrenuestro.
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