(Aeronoticias).- Las autoridades aéreas canadienses determinaron tras una investigación que un avión de la compañía Air Canadá que descendió 120 metros en 4,6 segundos se debió porque el piloto se había quedado dormido en pleno vuelo.
El hecho, ocurrido el 14 de enero de 2011, terminó con un total de 14 pasajeros y dos asistentes de vuelo heridos después de salir despedidos al no llevar abrochado el cinturón de seguridad y tuvieron que ser ingresados en un hospital.
El piloto sufrió «inercia del sueño», la sensación de adormecimiento y letargo que muchas personas tienen inmediatamente después de haberse despertado de, por ejemplo, una siesta, según apunta el informe del Consejo de Seguridad de Transporte de Canadá.
Según relataron algunos medios de comunicación, el piloto habría confundido el planeta Venus con otro avión que previamente se había aproximado a la aeronave y decidió emprender una maniobra de pronunciado descenso que provocó los heridos.
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El protocolo de descanso no fue seguido por los pilotos en vuelos de larga distancia como el de los hechos. Los pilotos no deben superar los 40 minutos de sueño y posteriormente no pueden durante 15 minutos ponerse a los mandos del avión.