El aeropuerto de Atalaya, ubicado en la región Ucayali de la selva peruana, fue tomado ayer por centenares de nativos como protesta por lo que consideran una burla a su pedido de derogatoria de decretos que – según afirman- afecta sus terrenos y medio ambiente de los lugares que habitan ancestralmente desde hace siglos.
El aeropuerto de Atalaya no registra muchos vuelos (ahora más restringidos aún) pero es de una estrategia fundamental sobre todo para empresas petroleras como Pluspetrol, Repsol y Petrobras que tienen activos campamentos donde sus trabajadores e ingenieros se movilizan permanentemente en busca del oro negro.
Entre los cientos de nativos que ocuparon pacíficamente el mencionado terminal aéreo figuran los de las etnias asháninka e ynes cuyos representantes reiteraron que ya se han aplazado hasta dos veces una prometida reunión con el Premier Yehude Simon en Lima para exponer directamente sus problemas.
Mientras tanto la protesta por la demora de estas gestiones amenaza con propagarse rápidamente en otras importantes zonas de la amazonía peruana, como Bagua (Amazonas), Puerto Maldonado (Madre de Dios) , Pucallpa (Ucayali), Loreto y Cusco.
