(Aeronoticias).- El comandante en jefe de la Fuerza Aérea Chilena (FACH), Jorge Rojas, reconoció que el vuelo de un bimotor de su arma que cayó al mar frente al archipiélago Juan Fernández con muchos pasajeros civiles a bordo que resultaron muertos en Setiembre del año pasado “ fue un vuelo no militar y consecuentemente debían aplicarse las normas de la Dirección General de Aeronáutica Civil”.
De esta manera dio luz verde a los procesos judiciales que pueden acceder los familiares de las víctimas de este siniestro aéreo que enlutó a muchos hogares chilenos.
Rojas respondió al interrogatorio al que fue sometido durante 4 horas en el Palacio de los Tribunales ante el ministro visitante, Juan Cristóbal Mera,
El jefe de la FACH dijo también que no existe un protocolo especial para los vuelos al aeródromo de Juan Fernández debido a que solo se realizan 2 o 3 operaciones al año y que la responsabilidad en el cumplimiento de las reglas de seguridad en la planificación del plan de vuelo corresponde en primera instancia al piloto de la aeronave.
En cambio se abstuvo de responder a las causas de la inactividad por 5 meses del avión CASA 212 de construcción española que sufrió el accidente y que estuvo bajo el cuidado de la Empresa Nacional de Aeronáutica de Chile (ENAER), reconociendo en cambio que este avión recibió tratamiento de pintura y anti erosión durante todo ese tiempo.
Mientras tanto, en la opinión pública chilena se oyen voces calificando el caso como un descuido criminal que merece llevar a prisión a sus autores y que el jefe de la FACH trata de zafar el cuerpo aduciendo que no le compete responsabilidad en las consecuencias de este siniestro donde murieron 21 personas, la mayoría civiles.
