(Aeronoticias).- Todo empezó cuando se dio la orden de apagar los aparatos electrónicos. Entonces Mark Yanchuk tuvo que quitarle a Daniel, de 3 años, el iPad con el que jugaba en el avión, antes de partir. El niño comenzó a llorar y su padre no pudo calmarlo, como reporta la revista Time. Los auxiliares del vuelo de Alaska Airlines de Seattle a Miami trataron varias veces de tranquilizar al niño, pero este se negaba a sentarse bien y a ponerse el cinturón.
Una vez que colocaron bien a Daniel en su asiento y se puso el cinturón, el avión dejó el terminal, aunque todavía no despegaba. Un asistente de vuelo notó entonces que el niño estaba tendido de lado en el asiento otra vez y fue a notificárselo al capitán. Él decidió regresar al terminal y pedirles a Daniel y a su padre que abandonen el avión.
La madre del niño, su abuela y hermano menor estaban sentados en primera clase, mientras que el niño y su padre se sentaron en turista. Todos decidieron salir del avión, aunque su equipaje ya estaba rumbo a las Islas Vírgenes, donde la familia iba de vacaciones.
Un portavoz de la aerolínea explicó que todos los auxiliares buscaron hacer que el niño se siente bien. Para el papá, sin embargo, fue una reacción exagerada, ya que “te botan de un avión en situaciones peligrosas, como no usar cinturón de seguridad. Pero no vi una situación peligrosa en absoluto”.
Alaska Airlines les ofreció ponerlos en el vuelo del día siguiente, pero la familia se negó, entonces les devolverán el dinero de los pasajes. ¿Te parece exagerado que se bote de un avión a un niño en pleno berrinche?
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