(Aeronoticias).- Los directores y profesores de las instituciones educativas pueden ser sancionados hasta con la remoción de su puesto, si permiten o alientan la violencia física o sicológica contra un escolar, situación conocida como “Bullying”.
Así precisó la fiscal provincial de Familia del Callao, Ana Isabel Cossio Cabrera, al programa de televisión “Los Fiscales” que hoy abordó esta problemática que aumenta en los colegios.
Cossio indicó que si las autoridades educativas o profesores no denuncian estos casos, se les abre una investigación por contravención, es decir, cuando los educadores o auxiliares omiten proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes y permiten más bien que sean vulnerados. “En estos casos se imponen multas e incluso también pueden ser retirados de la institución educativa donde trabajan”, explicó.
La especialista señaló que el perfil de los agresores está marcado por la baja autoestima y una necesidad de ser líderes y advirtió que muchas veces son los mismos profesores los que incentivan este tipo de falso liderazgo.
Cossio Cabrera, destacó la Ley 29719 que promueve la convivencia sin violencia en las instituciones educativas. “Esta ley ha sacado a luz un tema latente. Este es un problema que tenemos que enfrentar no solamente en las fiscalías de Familia, sino también las autoridades educativas, las autoridades de salud, los psicólogos, los padres de familia y las autoridades religiosas”, refirió.
En tal sentido, recomendó que en cuanto se conozca un hecho de violencia, las autoridades educativas, profesores o familiares del escolar agredido deben hacer la denuncia sin demora. Añadió que en la actualidad son pocas las personas que denuncian este tipo de agresiones dentro de los colegios.
En cuanto a los victimarios, la fiscal explicó que a partir de los 14 años el adolescente es pasible de cometer una infracción, antes de esa edad le espera una medida de protección por su minoría de edad.
“Cuando un adolescente de 14 años comete una falta contra una persona o comete una infracción contra la vida, el cuerpo y la salud, se le abre una investigación. Dependiendo de la acción cometida puede ser privado de su libertad e ir al Centro Preventivo de Maranga”, dijo.
Por su parte, la psiquiatra Elba Plasencia Medina, del Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público, señaló este es un problema social escolar que tiene muchas causas. Explicó que en el círculo del acoso escolar existen tres protagonistas: el agresor, la víctima y el espectador, que muchas veces apoya al acosador porque de esa manera evita volverse víctima.
“El acoso social, verbal, o físico convergen en el acoso psicológico, desde poner apodos, el menosprecio, la hostilización, los robos, empujones, jaladas de cabello o patadas, todas esas forman llevan a un desequilibrio; mientras el acosador es quien tiene poder, la víctima es débil”, refiere.
Anotó que el abuso también se dirige hacia los alumnos sobresalientes al ser objetos de envidia, contra quienes se urden planes a fin de que no tenga ese liderazgo positivo.
“El “bullying” se da en todas las clases sociales. En las clases sociales altas no es frecuente el maltrato físico, se produce más bien de manera sutil como el acoso a la víctima a través del ciberespacio o por temas raciales”, detalló.
Para poner freno a esta alarmante situación, el Ministerio Público articula su trabajo en el diagnóstico, prevención y sanción. Las fiscalías de Familia trabajan en turnos, las 24 horas, de tal manera que siempre hay un fiscal que puede recibir y atender estas denuncias en cualquier parte del país.
Del mismo modo, el programa Fiscales Escolares brinda charlas constantes en las instituciones educativas para que los alumnos sepan como actuar si son víctimas de “bullying” y como ayudar a sus compañeros para que estas agresiones no se repitan en sus centros educativos.
El Ministerio Público tiene una línea gratuita 0800-00-205 donde los afectados pueden hacer sus denuncias o también a través de la página web www.mpfn.gob.pe
