(Aeronoticias).- Un piloto de combate sirio en misión de entrenamiento condujo su caza MiG-21 a Jordania y pidió asilo político, la primera deserción de este tipo en quince meses de revueltas y la primera en una fuerza que se creía era leal al presidente Bashar al Asad.
Por su parte, Ahmad Kasem, portavoz del rebelde Ejército Libre de Siria, dijo que el grupo alentó al piloto para que desertara y monitoreó su actividad hasta que el caza aterrizó sin problemas en Jordania.
El piloto, identificado como el coronel Hasan Hamade, se retiró la insignia de la Fuerza Aérea y se arrodilló sobre la pista en oración tras aterrizar su aeronave en la base aérea Rey Hussein en Mafraq, Jordania, 70 km al norte de Amán, dijo un funcionario jordano.
“Se le otorgó asilo porque, si regresa a casa, su seguridad no estaría garantizada. Podría ser torturado o asesinado”, dijo un funcionario de seguridad jordano, quien pidió guardar el anonimato. No quiso decir qué hará Jordania con el jet.
Para escapar a los radares, ”el avión despegó a gran velocidad y baja altitud de un aeropuerto militar situado entre Deraa y Sueida, en el sur de Siria”, indicó el Consejo Nacional Sirio, principal alianza opositora.
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El régimen sirio ya ha sufrido deserciones, pero ninguna tan dramática como la del piloto. El gobierno sirio calificó al piloto de “traidor a la patria” y aseguró que las autoridades adoptarán sanciones contra él.
