(Aeronoticias).-Tras la difusión del polémico tuit que la primera dama de Francia, Valérie Trierweiler, envió en plena campaña de las elecciones legislativas en junio, su esposo el presidente francés, Francois Hollande evitó criticar a su pareja, sin embargo reconoció que su función no es fácil.
Al ser interrogado por este hecho en una entrevista televisada en el día de la Fiesta Nacional francesa y a dos meses de su llegada al cargo, Hollande afirmó que «los asuntos privados se arreglan en privado», aunque no se refirió en concreto al asunto del famoso «tuit».
Trierweiler, periodista de profesión, difundió ese breve mensaje en la campaña del pasado junio y en él apoyó a un rival político de la expareja de Hollande, la socialista Ségolène Royal, madre de los hijos del presidente.
El «tuit» generó polémica en Francia y desencadenó un intenso debate sobre el papel de la primera dama, que había comunicado su deseo de continuar con su actividad periodística.
Hoy Hollande solo dijo que ha comunicado a sus allegados que deben respetar «escrupulosamente» el principio de que los asuntos privados se resuelven de manera privada.
Cabe precisar que el hijo del presidente, había declarado en un semanario francés que el envío de ese mensaje -que impidió a Royal obtener su escaño de diputada en la Asamblea Nacional, institución que aspiraba a presidir- destruyó la «imagen normal» que el presidente se había esforzado en construir durante su candidatura.
Pero Hollande afirmó hoy que la función de «primera dama» no tiene un «estatuto» y señaló: «Valérie quiere mantener su actividad profesional. Lo comprendo. Y a partir de ahí estará a mi lado cuando el protocolo lo exija».