(Aeronoticias).- Luis Vera: Es uno de los socios y Gerente Comercial de la línea aérea Amaszonas, compañía boliviana que el 12 de julio inició la operación de la primera de las nuevas aeronaves CRJ-200 para la ruta La Paz-Santa Cruz-La Paz con tres vuelos diarios. La empresa nació en 1999 y operaba con aviones Cessna, conectando los destinos turísticos de Uyuni y Rurrenabaque. Tiene previsto iniciar en agosto vuelos a los destinos de Cusco y Arequipa (Perú). Hasta fin de año proyecta llegar a Salta y Tucumán (Argentina), Asunción (Paraguay) y Cuiabá (Brasil).
— ¿Cuándo y cómo nace esta empresa en Bolivia?
— Amaszonas se funda el año 1999, comenzamos con rutas al norte de La Paz y desde Santa Cruz al Beni. Empezamos operando aeronaves Cessna Gran Caravan de 12 pasajeros. En 2004 hicimos nuestra primera renovación de aviones. Durante todos estos años hemos ido fortaleciendo nuestros destinos turísticos como Uyuni y Rurrenabaque. A partir de 2008, Amaszonas tiene un nuevo plan de negocios, una nueva visión como empresa, y realiza todo el plan estratégico para poder operar las rutas troncales con aeronaves de mediana capacidad. De acuerdo a nuestros estudios los aviones de 50 a 70 pasajeros son ideales para Bolivia y también para la región.
— ¿Con cuántas aeronaves comenzaron sus operaciones?
— Comenzamos hace 13 años con una sola aeronave, pero nuestro primer vuelo fue el 26 de enero de 2001 con un Gran Caravan de 12 pasajeros. Ahora es un orgullo presentar este avión CRJ 200, marca Bombardier de industria canadiense, de 50 pasajeros y uno de los más modernos del país. Esto nos permite mostrar lo consecuentes que hemos sido con el transporte aéreo y nuestro crecimiento constante como compañía.
— ¿Quiénes fueron los primeros socios y fundadores?
— Fueron varios, incluso los pilotos fueron socios en su momento. Comenzamos la compañía con 32 diferentes socios, pero fundamentalmente seis socios somos los que hacemos esta empresa.
— ¿Quiénes son los socios?
— Por razones de seguridad no le podemos decir los nombres, pero somos seis personas, todos bolivianos y paceños que trabajamos en este proyecto de evolución aeronáutica.
— ¿Cómo funciona esta composición accionaria?
— El ser pocos nos permite siempre estar de acuerdo, y más allá de ser socios somos amigos. En esta aventura aeronáutica ya estamos 14 años juntos. Todos somos bolivianos con capitales nacionales, es un esfuerzo boliviano y creemos en Bolivia.
— ¿Con cuántos trabajadores comenzaron y cuántos son ahora en la línea aérea?
— Hasta el 12 de julio de este año y con la operación Metro 23 eran 100 trabajadores en Amaszonas, pero con la importación de esta nueva aeronave hemos aumentado un 30%, y con la llegada de las otras aeronaves se va a triplicar el personal. En este momento son 150 trabajadores.
— ¿Qué se hace en cuanto a la capacitación del personal?
— El tema de la capacitación en aeronáutica es muy importante por el tema de seguridad. Estamos volando con un piloto americano (nueva aeronave), por regulación van a estrenarse asimiladores de vuelo. El personal de atención al cliente y de la nave mantienen contínuas capacitaciones para un buen servicio.
— ¿A cuánto asciende el patrimonio de Amaszonas?
— En este momento no lo tengo en mente, pero la adquisición de esta maquinaria es un leasing operativo, es un alquiler, cada aeronave de las CRJ 200 cuesta entre 6 y 8 millones de dólares. Son sumas muy importantes arrendadas por empresas extranjeras.
— ¿Y cuánto es el costo de alquiler mensual?
—Está entre 50 y 60 mil dólares mensuales.
— ¿Cuántos aviones son de propiedad de Amaszonas?
— Somos propietarios de dos aeronaves Metro 23. Dentro del plan estratégico que tenemos y con la adquisición de este tipo de aeronaves vamos a ir viendo leasing financiero para tener más aviones.
— ¿Qué porcentaje de participación tienen en el mercado aeronáutico de Bolivia?
— Hasta el año pasado, en el último dato de diciembre de 2011, Amaszonas estaba entre el 5% y 7% de participación en el mercado boliviano; pero este año, de acuerdo a nuestras proyecciones, vamos a tener entre el 25% y 30% de participación.
— ¿La crisis de AeroSur les permite cubrir ese espacio?
— Sí, efectivamente. La no participación de AeroSur ha dejado un vacío en rutas nacionales como internacionales. Si bien Amaszonas no lo tenía pensado, coincidentemente se ha cruzado éste esfuerzo con la salida de AeroSur y eso nos da una oportunidad de cubrir algunas rutas que no estaban en los planes.
— ¿Cuál es el objetivo de la compañía con este nuevo emprendimiento?
— Amaszonas esencialmente es una línea turística. Nos interesa cubrir las rutas más importantes de Bolivia y conectar con las líneas principales de la región. Nos importa mucho promover los destinos turísticos del país, Somos únicos. Es un esfuerzo de hace 13 años. Volamos a Uyuni, un lugar muy de moda. Este tipo de proyectos han sido concebidos para reforzar las rutas como Uyuni y Rurrenabaque. El expandirnos al eje troncal, como La Paz y Santa Cruz, con tres frecuencias diarias, también nos permite explotar las riquezas turísticas como las Misiones Jesuíticas, Samaipata y la Chiquitanía, rutas que pueden conectarse el turismo.
— ¿A cuánto asciende ahora la inversión en este proyecto?
— En la adquisición de cinco aviones, el personal y la apertura de nuevas rutas, estamos invirtiendo $us 4 millones en Bolivia.
Perfil
Nombre: Luis Vera Álvarez Plata
Nació: 10-09-1969
Profesión: Administrador de Empresas
Cargo: Gerente Comercial Amaszonas
Piloto comercial y administrador
Paceño. Lo que más resalta y enfatiza es que “en la historia de la aeronavegación de Bolivia nunca hubo una línea aérea paceña. Nosotros somos cien por ciento paceños”. Luis Vera, de profesión piloto comercial y administrador de empresas, recuerda que en 2001 transportaban con un solo avión 700 pasajeros al año hasta Rurrenabaque, mientras que en 2011 cerraron la misma ruta con 40 mil pasajeros y siete vuelos diarios. “Este es un crecimiento sostenido de Amaszonas”, afirma con orgullo quien proviene de una familia históricamente tradicional en Bolivia como es la de Álvarez Plata. Recuerda que siempre amó los aviones y hoy “tengo la suerte de administrar una línea aérea”.
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