(Aeronoticias).-El tifón «Bopha» en Mindanao, sur de Filipinas, que a su paso arrastró vientos huracanados y copiosas lluvias, dejó como trágico saldo la muerte de seis personas y al menos unos 54.000 desplazados.
La televisión local ABS-CBN atribuye las seis víctimas mortales a fuentes oficiales de los equipos de rescate sin ofrecer más detalles.
Sin embargo el presidente del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres, Benito Ramos, confirmó la muerte de una mujer de 60 años en Davao Oriental (Mindanao) aplastada por una palmera que tiraron las ráfagas de viento que superan los 200 kilómetros por hora.
La gran mayoría de los evacuados, unas 50.000 personas, es residente en las provincias más orientales de Mindanao, como Surigao del Norte y del Sur, Agusan del Norte, Lanao del Norte y Misamis Oriental, por donde entró esta mañana «Pablo», el nombre local que le han dado los filipinos a este tifón.
Las autoridades se habían preparado para su llegada con la reubicación de las personas en zonas de riesgo y la suspensión de las clases en las provincias afectadas.
Aproximadamente 150 vuelos han sido suspendidos y miles de personas han quedado atrapadas en los puertos tras la orden de la guardia costera de que el servicio de transbordadores permanezca parado hasta nuevo aviso.