El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, convertirá en ley el lunes un proyecto que le da al Gobierno, por primera vez, amplias competencias de regulación sobre los cigarrillos y otros productos de tabaco, dijo el viernes la Casa Blanca.
El Congreso de Estados Unidos aprobó anteriormente una ley que otorga a una agencia del Gobierno, la FDA, autoridad sobre el negocio de los cigarrillos y otros productos derivados del tabaco, con lo que quedó lista para su promulgación por el presidente Barack Obama.
La medida no sólo prohíbe la mayoría de los productos saborizados y la publicidad impresa en publicaciones para niños y adolescentes, sino que también ordena advertencias más grandes en las cajetillas y restricciones a las ventas mediante máquinas dispensadoras. También permite que la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) controle e inspeccione a las tabacaleras. Los fabricantes de cigarrillos tendrían que pagar cientos de millones de dólares por un impuesto especial, registrarse en la agencia y entregar una lista de todos los productos que hacen.
Cientos de defensores de la salud y otros grupos de presión han impulsado el proyecto, indicando que no sólo ayudará a dejar de fumar y prevenir enfermedades, sino también a reducir los crecientes costos de la salud en Estados Unidos.
A excepción del mayor fabricante de cigarrillos de Estados Unidos, la unidad Philip Morris de Altria Group, las tabacaleras protestaron contra el plan, afirmando que dificultará la capacidad de la industria de desarrollar productos nuevos y más seguros, entre otros reclamos.