(Aeronoticias).-Como es tradición, el Sumo Pontífice, Benedicto XVI celebra la Misa del Gallo en la basílica de San Pedro de la Santa Sede, la octava de su pontificado, que nuevamente oficia dos horas nates de la medianoche, para así evitar fatigarse, por su edad avanzada, tiene casi 86 años, y mañana tiene que oficiar los ritos de Navidad.
En una noche fría, pero clara y estrellada, el Papa oficia la misa en la que la Iglesia católica desde la noche de los tiempos conmemora el nacimiento de nuestro salvador: Jesús.
Benedicto XVI llegó al templo en la peana móvil que ya utilizó los pasados meses para desplazarse por la larga basílica de San Pedro para evitar esfuerzos físicos, siendo acogido con aplausos por los miles de fieles que desde hace varias horas antes llenan el templo de la Santa Sede.
Más de una treintena de cardenales concelebran con el Pontífice.
Cabe precisar que el rito ha comenzado con un momento de preparación, en silencio y recogimiento, seguido de las calendas, el antiguo texto que anuncia el nacimiento de Cristo, que ha sido cantado al principio de la misa, en latín, por un cantor de la Capilla Sixtina.
Junto al altar mayor, de la Confesión, ha sido colocado un Niño Jesús.
La Capilla Pontificia Sixtina canta en gregoriano y polifonías. La música es la típica de Navidad y la basílica vaticana luce sus mejores galas.