(Aeronoticias).- Sin duda Chile se sabe derrotado en La Haya y ahora pretende arrastrar a Bolivia en esta consecuencia manifestando, en boca de su presidente Sebastián Piñera, que el país altiplánico perdería su opción de una salida al mar ante un fallo adverso que le impediría cederle una franja al norte de Arica, cuyo territorio fue peruano ante de la Guerra del Pacífico.
Las declaraciones del mandatario chileno a pocos meses del pronunciamiento de la Corte Internacional de Justicia de La Haya no solamente pueden calificarse como “ desleales, infraternas y mentirosas” como ha dicho un congresista peruano, sino que además descubren una calculada mala intención.
Esto de echarle la culpa al Perú por el encierro de Bolivia, que los chilenos grafican diciendo que si bien Chile le puso candado a Bolivia para salir al mar, Perú tiene la llave para esta salida, es una conocida pose pérfida de los ocupantes de La Moneda, como el ex presidente Eduardo Frei, quien en Noviembre del año pasado manifestó tendenciosamente que un fallo favorable al Perú en su demanda marítima ante La Haya daría pie a que Bolivia también acuda a este alto tribunal.
Más recientemente el propio canciller chileno, Alfredo Moreno, aseveró que “no hay disposición de Chile y su gobierno de dar una parte soberana a otro país”, remarcando que “ no hay ningún ejemplo en la historia contemporánea que un país le regale a otro un pedazo de su territorio”.
¿Entonces, por qué Chile pretende ofrecer a Bolivia mar que está justamente en una zona de litigio ante La Haya…?
Chile está consciente que después del caso peruano se le puede abrir un nuevo frente, efectivamente : Bolivia anunció en Diciembre pasado que tenía lista su propia demanda ante La Haya ya que Chile venía incumpliendo sistemáticamente sus promesas de arribar a una solución para dejar su forzada mediterraneidad.
Uno de estos intentos fue el pacto de 1950 con la participación del entonces embajador de Bolivia, Alberto García Gutiérrez y su par chileno, Horacio Walker Larraín, donde se planteó la creación de un corredor por el norte de Arica, que fue territorio peruano, a cambio del cual Bolivia se comprometía a compensar a Chile con agua del lago Titicaca, que también es compartido con el Perú.
Otra tentativa tiene sus antecedentes en la llamada Negociación de Charaña en 1975 entre los dictadores Augusto Pinochet y Hugo Banzer, chileno y boliviano, respectivamente.
Finalmente, cobra actualidad la Agenda de 13 Puntos que analizaron la ex presidenta chilena Michelle Bachelet y el actual mandatario boliviano, Evo Morales. Esta agenda tampoco tuvo resultados positivos para Bolivia en su más que centenario deseo de recuperar una salida al Pacífico que le fue arrebatada por Chile en 1879. Esta agenda quedó congelada en 2010.
Las declaraciones de Piñera a la prensa de su país, son significativas dentro de la política interna de Chile, pues el fallo de La Haya se conocerá justamente en vísperas que los chilenos elijan a su nuevo presidente o presidenta ( que puede ser nuevamente Michelle) quien tal vez acabe con la perfidia de La Moneda y más bien abra el camino hacia una etapa de progreso y paz que beneficiará a todos los países de la región.