(Aeronoticias).- «La Gobernación se hace responsable de la administración de esos sitios, los cuales seguirán funcionando, pero en manos del Estado, controladas según lo establece la Constitución Regional. Vamos a poner mano dura en el asunto», declaró Carlos Mata Figueroa, gobernador del estado Nueva Esparta -Venezuela- en un comunicado.
Mata Figueroa insistió que la medida se tomó luego de comprobarse el daño que originarían estas cinco canteras y cinco areneras en la zona. Miembros de la Guardia Nacional y el Instituto Neoespartano de Policía ingresaron a los locales para tomar las medidas correspondientes.
Sin embargo, esta decisión ha sido criticada desde la oposición. Richard Fermín, alcalde de Arismendi, señaló que el camino de esas empresas será el mismo que la industria cementera: «En manos del Estado se han convertido en material de tráfico y objeto de la corrupción».
Con información de América Económica.