(Aeronoticias).- Si revisamos la historia de la aviación comercial española durante los últimos ocho años, nos encontramos con una ruta plagada de empresas en constante picada, incluyendo trabajadores sin refugio.
Ana Oramas, colaboradora de Huffington Post, señala de manera precisa esta novela sazonada con terror: «Muchos recordamos aún los rostros de desesperación de los pasajeros afectados por el precipitado cierre de Air Madrid pocos días antes de las fiestas navideñas de 2006. Dos años después, las aerolíneas Futura, LagunAir y LTE no aguantaron los primeros coletazos de la crisis y cesaron sus operaciones. Air Comet dejó de volar en 2009 y Quantum Air lo hizo en 2010».
Oramas denuncia la situación de la aviación comercial en España debido a que el 10% de su comercio se debe al turismo, y que sin estas empresas el 12% de trabajadores españoles -pertenecientes a este rubro- se quedarían en la calle. Señala aventuras precipitadas y malas prácticas que abusaron del «boom» inmobiliario y que tras el estallido de la crisis se han visto forzadas a cerrar tarde o temprano.
Pero el gran culpable por acrecentar la crisis, según Ana Oramas, es la AENA por el cobre de impuestos extra que sólo espantará las inversiones, que ya se replantean en mantenerse para migrar a otros lados, diferenciándose de Turquía y Grecia en sus costes, ésta última eliminando sus tasas aeroportuarios a excepción de Atenas.