Develando así el misterio en torno a lo que había ocurrido después del funeral del martes, hoy un portavoz de la oficina de registros Públicos de la ciudad de los Ángeles en Estados Unidos, señaló que el ataúd, cubierto con rosas rojas, que contenía los restos de Michael Jackson fue llevado de vuelta al cementerio Forest Lawn en Hollywood Hills.
Tras la despedida a Jackson con la presencia de estrellas de la música, del deporte, activistas de derechos civiles y 20.000 fans, no estaba claro adónde había sido llevado el cadáver, pero se informó que el cortejo fúnebre partió hacia el Staples Center proveniente de Forest Lawn, donde la familia se había reunido allí antes del acto público para un funeral privado, y posteriormente se retornó al mismo campo santo.
Sin embargo, la información final es que aún se desconoce dónde será enterrado finalmente el astro del pop, ya que Forest Lawn es un lugar «temporal» hasta que la familia tome una decisión, según afirmó el portavoz gubernamental Bryan Hill.
El funeral del martes fue seguido por televisión por cientos de millones de personas. En Estados Unidos la cuota de pantalla fue de 31,1 millones de espectadores, según los medios que cubrieron el evento, sin embargo, fue una cifra menor que la que siguió la despedida de la princesa Diana el 6 de septiembre de 1997, de más de 33 millones de personas y en la asunción del presidente estadounidense, Barack Obama, en enero hubo casi 38 millones de espectadores.
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