(Aeronoticias).-La obsesión por estar delgados o en buena forma es tanta, que algunas personas llegan a obsesionarse con ingerir comida sana, e incluso su afán es tal que se basan en un control exhaustivo y estricto de cada uno de los productos que van a consumir, hasta el punto que pueden volverse enfermizos y descontrolados. Esta obsesión por comer sano se llama ortorexia, según manifestó la psicóloga Martha Echegaray.
“Se detecta fácilmente porque comienzan a limitar la alimentación, evitando la ingesta de carnes rojas, huevos, azucares, lácteos y grasas; para ellos, los productos que contienen conservantes y aditivos alimentarios pueden ser peligrosos, suelen padecer deseos incontrolables de comer cuando están ansiosos, emocionados o felices”,afirmó la especialista.
Martha Echegaray explicó que este problema es más frecuente en jóvenes y mujeres que se preocupan por su apariencia y la aceptación de los demás; también se habla de algunos deportistas y físico culturistas.
«Los medios de comunicación tienen una responsabilidad en este sentido por los anuncios publicitarios y toda la información que suelen emitir en base a la” buena alimentación “y que puede ser mal interpretada por las personas con tendencia a padecer de este tipo de trastornos», indicó la especialista.
Amable lector presté atención al siguiente artículo, porque uno de sus familiares o amigos puede padecer de estos trastornos alimenticios, los mismos que vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, inadecuación, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso autolesiones o ideas suicidas.
También puede causar desnutrición, anemias, hipovitaminosis, osteoporosis y llevar a la muerte por inanición, por ello es importante un tratamiento psicológico y terapéutico multidisciplinario, al igual que tratamiento médico.