(Aeronoticias).-El 15 de mayo se cumplió ochenta años de que el Fokker VI entrara en la historia de la aviación española. Con su aterrizaje, Barajas, se abrió a la aviación comercial. El aeródromo en mención fue proyectado para suplir a los de Alcalá, Carabanchel y Getafe. Fue inaugurado de manera oficial el 30 de abril de 1931, pero aún hubo que esperar dos años más para que se iniciaran las operaciones comerciales regulares, luego de que se aperturara el tráfico civil a través de una orden ministerial del 24 de abril de 1933. Sus instalaciones la conformaban una terminal aún en construcción, un hangar de 2.700 metros cuadrados, un edificio destinado al mando y para probar motores, cuatro depósitos subterráneos para gasolina y aceite así como una central eléctrica.
En estas ocho décadas el número de operarios ha pasado de 4.500 hasta los 45.000, de más de 90 nacionalidades distintas, de la actualidad. En su primer año de funcionamiento se operaron 378 vuelos que llevaron a 2.873 pasajeros. A lo largo de estos ochenta años, por sus terminales han desfilado 990 millones de usuarios que han tomado los 10,65 vuelos que han despegado desde sus pistas. El año pasado, el aeropuerto acogió a casi 45,2 millones de pasajeros (lo que equivaldría a 123.000 cada día).
Sin embargo, la cifra es un 9% menor que la de 2011. Aún así, el aeropuerto de Barajas, el primero de España en capacidad y el quinto de Europa, generó en 2011 el 6% del PIB de la región y el 9% de Madrid capital.
Los primeros destinos regulares, de la compañía estatal Líneas Aéreas Postales Españolas, tuvieron como destino Barcelona y Sevilla.Los aviones solo podían llevar 8 pasajeros y dos tripulantes. Hoy, los Airbus 380 pueden transportar hasta a 853 viajeros.
La evolución en las aeronaves pronto evidenció que las instalaciones se estaban quedando obsoletas. Las ampliaciones empezaron a mediados de la década de los cincuenta, cuando hasta Barajas llegaban medio millón de viajeros anuales. En 1980 se acometió una profunda reforma de la Terminal Nacional.
En el 2000 se presentó el Plan Barajas, para aumentar la capacidad del aeropuerto hasta los 70 millones de pasajeros al año. El proyecto culminó el 4 de febrero de 2006, con la puesta en marcha de una nueva área terminal, que incluye la actual T4 y su edificio satélite, el T4S, con más de 750.000 metros cuadrados. Las dos instalaciones tienen capacidad para 35 millones de pasajeros al año y dos pistas, que permiten hasta 120 vuelos por hora.
Barajas logró alcanzar su cifra récord de viajeros, 52,8 millones. Una verdadera proeza, teniendo en cuenta que todo eso comenzó con un avión tomando tierra, en un pequeño aeródromo hace ochenta años.