(Aeronoticias).- Esta es la tesis que plantea el candidato presidencial chileno Marco Enríquez-Ominami, quien se encuentra actualmente en Lima invitado por el Parlamento Andino , pero que parece desconocer la historia de este diferendo marítimo entre su país y el Perú.
Porque la verdad es que los diplomáticos peruanos buscaron hasta el cansancio dialogar con sus colegas chilenos a fin de encontrar una solución bilateral pero casi siempre lo que encontraron fueron evasivas cuando no respuestas altisonantes o bravuconas
Como cuando un alto funcionario de La Moneda dijo tajantemente : “nuestros barcos han navegado por esas aguas, están navegando y continuarán navegando”, dando un portazo a todo intento de dialogo.
El mismo Enríquez-Ominami como que descalifica a los hombres que tienen a su cargo la política exterior de su país cuando escribió para La Tercera : “La cancillería chilena ha centrado las relaciones diplomáticas con sus vecinos en los negocios, cuestión muy propia de una casta de almaceneros, donde interesa más el éxito de Falabella o La Polar que las relaciones entre pueblos y cultura”.
