(Aeronoticias).- Uno de los primeros «drones» de Reino Unido ganó publicidad durante su misión en Kosovo: No regresó del viaje. Más allá de un fallo técnico, ahora las aeronaves no tripuladas se han hecho más confiables. Lo dicen las estadísticas de accidentes sufridos por los drones.
Hasta ahora, registros en combate. Lo que se viene tras el adiós a la guerra -las que libra Estados Unidos, principalmente- es una suerte de «enjambres» de no tripulados que pasarán tiempo en hangares. E incluso si surgiera un nuevo conflicto, las autoridades civiles han presionado por delimitar -si no prohibir- el uso de aeronaves no tripulados.
¿Algún problema? Más allá del miedo a que la nave termine empotrado en el vecindario más cercano, la privacidad de cada persona es la que se ve amenazada. No sería raro el uso de aviones con filmadoras, inmiscuyéndose donde el vecino dijo «no te metas».
El uso civil de estas aeronaves tienen su nicho, tanto para monitorear incendios forestales como buscar víctimas en los desastres naturales, pero no hay reglamentación todavía. Y el miedo ha hecho retroceder, en el caso de Estados Unidos, la viabilidad de normar sobre las aeronaves no tripuladas: A pesar de que la Autoridad Federal de Aviación (FAA en inglés) proyecte para 2015 tener un marco reglamentario sobre estos aspectos, algunos estados dieron leyes que prohíben el uso de estas aeronaves, apoyándose en la libertad y privacidad de los ciudadanos norteamericanos.
Con información del Financial Times.
