(Aeronoticias).- Así se titula la editorial de hoy del diario digital chileno “elMostrador” enfocando desde su punto de vista la realidad actual de la política de su país, pero que sin embargo podría calzar perfectamente en la de otros países de América Latina, incluido el nuestro, en el Perú.
“Cualquier país puede desperdiciar un ciclo de paz social y crecimiento económico de muchas maneras”, empieza para continuar manifestando que “la ineficiencia gubernamental o las crisis económicas mal manejadas están entre las principales. Pero la peor, tal vez, sea la inconsciencia y la omisión de su élite política, especialmente de los dueños del poder económico, que incumplen sus compromisos de autocontrol y no perciben que están al límite en materia ética y legitimidad”.
En el caso chileno este importante medio se refiere ”a pésimas señales de acciones empresariales poco transparentes y al borde de la legalidad en sectores como el financiero, el retail o la industria farmacéutica, por citar algunas”.
Dice también que aquellos se comportan como meros concesionarios frente al Estado y a la sociedad, sin compromiso país, lesionando las bases mismas del sistema que manifiestan defender y como si estuvieran dispuestos a cambiar de domicilio.
Más adelante la editorial de “elMostrador” señala que en Chile se han escuchado declaraciones rotundas en defensa del “modelo económico” y la advertencia –y exigencia- a no prestar oídos a lo que denominan “demandas de la calle”, para dejarlos trabajar tranquilos, pero ni una sola reflexión a fondo sobre las causas que la originan.
Casi al terminar se lee : “La sensación de que el sistema económico y político está cautivo de un poder concentrado y autocomplaciente, con una capacidad casi infinita de absorción de las críticas ciudadanas sin conceder nada, lleva a la apatía política y la desconfianza de la población”.
“El resultado obvio es una imprevisible acumulación de tensión que permanece enmascarada y en las sombras, mientras el poder político simula que compite. Lamentablemente el patrimonio cultural de la prudencia no parece habitar en los directorios de bancos, empresas financieras, supermercadistas y otros, los que ebrios de lucro y buenas cifras, con sus prácticas al olvidado proteger a la familia chilena untando con sangre de cordero el dintel de sus negocios, para que el “Ängel Exterminador” pase de largo. Algo muy similar ocurre en las directivas de los partidos políticos”.