(Aeronoticias).- Colombia ha dado un paso firme en la industria aeronáutica con la construcción de su primer avión, bautizado como T-90 Calima en honor al pueblo precolombino con ese nombre, y que tiene uso militar.
El proceso comenzó en 2009, cuando la Fuerza Aérea y la Corporación de la Industria Aeronáutica Colombiana (CIAC) asumieron el reto de diseñar y fabricar un aparato de entrenamiento primario para pilotos que ha dado como resultado un ejemplo de innovación.
El centro de producción es un hangar de la Base Aérea Justino Mariño Cuesto, situada en la localidad de Madrid, en el departamento de Cundinamarca y a 33 kilómetros de Bogotá, donde 112 empleados trabajan con el objeto de tener 25 aparatos listos a finales de este año.
Esas aeronaves reemplazarán a los Cessna T-41 Mescalero y Beechcraft T-34 Mentor, con más de 40 años de servicio, aclaró en una entrevista con Colombia.inn, el teniente coronel Martín Zorrilla, coordinador general de la Fábrica de Aviones de la CIAC.
«A la fecha se han construido 13 Calimas, de 25 que deberán completarse en diciembre de este año», explicó el oficial, quien indicó que la sede de estas aeronaves es el Comando Aéreo de Combate número 7, en la ciudad de Cali.
Con la fabricación completa de esta serie «se habrá dado un paso fundamental para ser líderes latinoamericanos en la industria aeronáutica, después de Brasil», agregó Zorrilla.
Características
Con capacidad para dos tripulantes, 8,8 metros de envergadura, 1.500 libras de peso, motor Lycoming IO-390 A1-A6 de 210 caballos, velocidad crucero de 150 nudos y tren de aterrizaje fijo, en la construcción de cada T-90 Calima han sido invertidos unos 500 millones de pesos (280.000 dólares).
A futuro, aclaró el teniente coronel, «queremos bajar los costos para que sea un aparato que optimice los recursos y volverlo competitivo para el mercado internacional».
Con información de EFE