(Aeronoticias).- ¿Alguien puede imaginar la existencia de una persona sin alimentación? Pues debería ser la pregunta que debe rondar -con respuesta incluida- para las autoridades aeroportuarias de Castellón -Valencia, costa este de España-, luego de una disputa entre los miembros del consorcio público privado español, el cual ha dejado puesta a punto dicho aeropuerto, a excepción de una gasolinera para alimentar a las aeronaves.
Tras un trabajo viciado durante la última etapa de la construcción del aeropuerto de Castellón – Costa Azahar, se dio la ruptura de las relaciones entre la empresa pública Aerocas, bajo control de la comunidad autónoma, y la firma Concesiones Aeroportuarias, quien debía explotar por décadas dicha instalación.
Curioso para un aeropuerto inaugurado en 2011, sin siquiera haber iniciado el levantamiento de la gasolinera.
Ahora, a cargo de Aerocas, queda a la espera la construcción de la gasolinera para la apertura de operaciones del aeropuerto valenciano. Hasta ese entonces, este cachorro de elefante blanco seguirá barritando fuerte hasta ser de utilidad a los turistas, el cual le genera vida a la alicaída economía española.