(Aeronoticias).- Tal vez la razón por la que tenemos tan pocas vacunas contra el cáncer es que son más difíciles de desarrollar que los tratamientos para los pacientes que ya tienen cáncer, que son más comunes.
Sin embargo, en un todavía estudio no publicado , los economistas Eric Budish y Heidi Williams se unieron con el abogado de patentes Ben Roin argumentar que la escasez de medidas preventivas y la abundancia relativa de los tratamientos contra el cáncer en fase tardía también puede ser atribuido a los efectos de distorsión que el sistema de patentes de Estados Unidos tiene en la investigación médica.
Todas las innovaciones farmacéuticas obtienen patentó en el momento del descubrimiento, pero los tratamientos de cáncer de la última etapa se se abren camino a través de los ensayos clínicos necesarios para la aprobación de la FDA con mucha mayor rapidez, ya que el efecto sobre la supervivencia del paciente será evidente en un par de años.
Para apreciar lo que está mal con el sistema estadounidense de concesión de longitud fija, las patentes de 20 años, primero hay que entender por qué conceder patentes-y hacer que expira en el primer lugar. Una patente proporciona una propiedad inventor sobre su propiedad intelectual, de la misma manera que un propietario tiene el título de su casa.
Los autores proporcionan algunos cálculos aproximados (y altamente especulativa) de cuántas vidas podrían haberse salvado con un sistema de patentes mejor diseñado, y llegar a una cifra de 890 000 años de vida ganados para los pacientes diagnosticados sólo en 2003.
Con información de Slate.
