(Aeronoticias).- Un fenómeno que sucede de vez en cuando con la construcción de un aeropuerto en un punto determinado es el abandono que sufre el vecindario al poco rato. Un caso que da fe de ello es el pueblo Goussainville-Vieux Pays, a 12 kilómetros de la capital de Francia.
Tan cerca, todavía, del aeropuerto de Roissy Charles de Gaulle.
Con la apertura oficial del aeropuerto en 1974, la pequeña villa tuvo uno de los efectos colaterales que cualquier zona aledaña a una terminal aérea posee: Contaminación acústica. La frustración fue tal que muchos de sus pobladores ni se molestaron en vender sus casas, según cuenta Quartz.
La Iglesia de San Pedro y San Pablo, reconocida como monumento histórico por el gobierno francés -el cual data del siglo XIV-, ha quedado abandonada, salvo las aves mecánicas que alzan vuelo en el aeropuerto Charles de Gaulle.
Con información de Quartz.
