(Aeronoticias).- Cerca de 300 personas conformada por varias familias ingresan al Airbus A320 de la compañía JetBlue. La estadía sólo será por 20 minutos, cuando esté en la plataforma antes de regresar a estacionarse.
Una de las características de este pequeño viaje sin despegue ni aterrizaje -a lo sumo, un pequeño paseo en un «coche» muy grande, alado y capaz de volar a cientos de kilómetros por hora sin esfuerzo- es que forma parte de la alianza entre JetBlues Airways y la ONG Autism Speaks, el cual permite a las familias con niños autistas asistir a estas sesiones en el Aeropuerto Internacional JFK -Nueva York-.
Los participantes que ayudan a estas personas son trabajadores voluntarios de JetBlue, quienes usan su tiempo libre para interactuar con ellos. Según los oficiales de la compañía JetBlue, es la primera vez que se realiza este tipo de eventos en el JFK.
«A más herramientas suplamos a nuestros tripulantes, mejor podrán servir a nuestros clientes», expresó Kate Wetzel, portavoz de JetBlue.
Con información de AP.
