Esto sucede a pesar de que las dos mayores economías de la UE, Alemania y Francia, registraron cifras moderadas de crecimiento de su Producto Interior Bruto (PIB), ambas 0,3 por ciento respecto del trimestre anterior.
Y es que, según las primeras informaciones provenientes de los datos de Eurostat, que proyectan una sombra de duda sobre las últimas manifestaciones de optimismo provenientes de los líderes europeos, acerca de una cercana salida de la crisis económica que azota al viejo continente, al igual que al resto del mundo.
Pero las cifras de Berlín y París contrastan con los datos provenientes de Italia, donde el PIB registró un retroceso de 0,5 por ciento y de 0,8 por ciento respectivamente en el trimestre anterior.
En comparación con el mismo período de 2008, el PIB cayó 4,8 por ciento en el área de los 27 socios y 4,6 por ciento en los 16 miembros que comparten el euro.