De este modo, los países del Caribe tras haber afrontado ya el paso de los ciclones Hanna, que se desintegra en el Atlántico norte, y de los no menos temibles Gustav y Fay, otro devastador huracán, denominado ‘Ike’, castiga con lluvias y vientos por encima de los 215 kilómetros por hora a las Bahamas, Haití y el oriente de Cuba.
El ciclón ha puesto en alerta al Gobierno de Haití, que ordenó la evacuación de 20.000 habitantes de las zonas con mayor riesgo de la ciudad de Gonaives, al norte del territorio isleño, que junto con la República Dominicana forman La Española.
Mientras unos escapaban de las garras del Ike, otros 40.000 afectados permanecían en refugios a la espera.
El viernes último se informó sobre el hallazgo de unos 500 cadáveres en el fango, cuando el nivel del agua descendió en Haití, con lo que el número de muertos superaría los 700 en las últimas tres semanas por culpa de los desastres naturales, aunque las autoridades locales minimizaron las cifras e indicaron que encontraron sólo 48 fallecidos y que oficialmente Hanna mató a 163 personas.