La radiación cósmica ayudará a detectar fugas de combustible en Fukushima

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(Aeronoticias).- Un grupo de científicos japoneses dicen que han completado con éxito un programa piloto que les permitirá utilizar los rayos cósmicos para determinar la ubicación de combustible nuclear dentro de la siniestrada central de Fukushima.

«La tecnología permite detectar combustible nuclear en cualquier parte del mundo», explicó Fumihiko Takasaki, un investigador de la organización de la investigación de partículas elementales KEK, a la agencia de noticias AFP.

El experimento -con ayuda de una técnica conocida como radiografía con muones– se realizó en la central nuclear de Ibaraki, que estuvo fuera de servicio desde febrero de 2012 hasta el mes pasado.

Las diminutas partículas elementales llamadas muones atraviesan el espacio, penetrando la mayoría de los materiales, incluidos los huesos humanos, el hormigón y el agua.

Forman una corriente constante, y aproximadamente 10.000 muones pasan por cada metro cuadrado de la superficie terrestre por minuto.

Mientras que algunas sustancias alteran ligeramente su vía, otras los bloquean por completo, concretamente el uranio y el plutonio que se usan como combustible nuclear.

Las desviaciones como resultado de  este efecto son específicas, coherentes y bien conocidas por los científicos.

Mediante mediciones, se puede obtener los contornos de las sustancias que impiden el paso de los muones y crear un mapa tridimensional.

La radiografía con muones se ha aplicado desde los 60. Se ha utilizado para estudiar el interior de volcanes, examinar si hay túneles por debajo de las antiguas pirámides y para escanear cargas en busca de contrabando nuclear.

Pero nunca hizo falta diseñar detectores de muones para limpiar una instalación nuclear, hasta que la central de Fukushima fue devastada por un terremoto y el posterior tsunami en la costa este de Japón en marzo de 2011.

Dado que una gran parte de la central está cubierta de escombros o sumergida en el agua, es difícil y peligroso entrar y buscar los restos deformados de los reactores.

Mientras tanto, el combustible que sale de ellos sigue mezclándose con aguas subterráneas, produciendo una constante fuga radiactiva que la empresa operadora TEPCO está esforzándose en contener.

Ante los gastos previstos de más de 30.000 millones de dólares en las operaciones de limpieza, 50.000 millones más planificados para lidiar con la contaminación y otros 15.000 millones destinados al desmantelamiento de los reactores, TEPCO empezó hace dos años a investigar la posibilidad de usar la radiografía con muones para recoger el combustible.

Los científicos de KEK se unieron a la Universidad de Tokio, la Universidad de Tsukuba, la Universidad Metropolitana de Tokio y varios colegas estadounidenses para crear un detector de muones.

Según Takasaki, hará falta colocar solo cinco detectores alrededor de la central durante dos meses para crear un mapa preciso de la ubicación de los elementos radioactivos peligrosos.

 

Fuente: actualidad.rt

Foto: actualidad.rt

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