Berlín y los estados alemanes en los que está Opel han dejado muy claro que quieren que Magna compre el fabricante de automóviles y están listos para entregar 4.500 millones de euros de ayuda estatal para que eso suceda. Las negociaciones para vender Opel han durado meses y se han convertido en un tema político complejo de cara a las elecciones alemanas de septiembre, ya que un acuerdo conllevará miles de millones de euros en ayuda de gobiernos europeos, así como miles de despidos.
La canciller alemana, Angela Merkel, y los estados alemanes que albergan plantas de Opel se han expresado claramente a favor de la oferta de Magna, porque creen que la experiencia del grupo canadiense puede salvar muchos de los 25.000 puestos de trabajo de Opel en el país. El copresidente ejecutivo de Magna, Siegfried Wolf, dijo la semana pasada que la compañía canadiense y su socio ruso, Sberbank, habían alcanzado un principio de acuerdo con GM para adquirir un 55 por ciento de Opel, aumentando la esperanza de un acuerdo.
Pero el principal negociador de GM en el acuerdo de Opel, John Smith, ha citado repetidamente los aspectos positivos de la oferta de RHJ, que según ha dicho sería más fácil de poner en marcha que el plan de Magna. RHJ ha presentado un concepto industrial tan convincente como el de Magna, pero que requiere menos ayuda estatal, indicó.
La cantidad de postores se redujo a dos cuando la italiana Fiat y la china Beijing Automotive (BAIC) se retiraron. Merkel reiteró en una entrevista en un diario alemán su preferencia por la oferta de Magna y expresó «mucho escepticismo» por las perspectivas de RHJ. El ministro de Economía, Theodor zu Guttenberg, dijo que era muy temprano para decir que Opel ya se había salvado, aunque el proceso de venta termine rápido.
«En mi opinión, será posible celebrar el rescate de Opel sólo cuando esté claro que se ha afirmado como una firma competitiva en los mercados globales», dijo al diario Financial Times Deutschland, y añadió que esto seguramente no será el caso en las próximas semanas o meses.
Aeronoticias recuerda que, la automotriz estadounidense, que el 10 de julio revivió tras pasar por la quiebra, acordó esta semana vender su unidad sueca Saab a un pequeño fabricante de autos de lujo, la primera de una serie de grandes ventas que la compañía tiene planeadas para reducir su tamaño, y aumentar su rentabilidad.