(Aeronoticias).- La presidenta Dilma Rousseff aprobó la ley que endurece las penas previstas contra la explotación sexual de menores de edad y que impide que los acusados de este delito se beneficien de la libertad bajo fianza, indultos o perdones de condenas.
La ley, aprobada hace dos semanas por la Cámara de Diputados, incluye la explotación sexual de menores de edad y de personas vulnerables o el favorecimiento de la prostitución infantil entre los crímenes calificados en Brasil como “hediondos”, cuyas sanciones son mayores.
La nueva legislación obliga a los condenados a permanecer por un tiempo mayor en la prisión para obtener el derecho a la reducción de penas o a libertad provisional por un delito que es castigado en Brasil con entre cuatro y diez años de cárcel.
La ley fue sancionada en una ceremonia en el palacio presidencial de Planalto en el que participaron como invitados la presentadora de programas infantiles Xuxa.
Con información de La República.