La Policía maneja la hipótesis de la participación de una tercera mujer en el crimen de la empresaria Myriam Fefer, que fue asesinada la noche del 14 de agosto del 2006.
Según declaró el día de ayer el programa “Punto Final”, los agentes de Criminalística hallaron en la escena del crimen, un vaso con rastros de saliva y lápiz labial y se ha determinado según las pruebas de ADN, que los rastros no pertenecen ni a Eva Bracamonte Fefer, ni a Liliana Castro Mannarelli, denunciadas por la 15 Fiscalía Penal de ser las autoras intelectuales del crimen.
El juez Alfonso Payano Barona, titular del 17º Juzgado Penal, ha recogido esta prueba y busca determinar a quién pertenecería el ADN.
Dicho programa entrevistó además al abogado de Myriam Fefer, Pinkas Flint, el cual también es considerado sospechoso del crimen por la Fiscalía.
Flint Blanck expresó que, sólo tuvo una relación amical y laboral con Myriam Fefer y negó que entre ambos haya habido un romance, pese a que así lo aseguraron los hijos de la empresaria y el ex trabajador de la familia, Simeón Huarcaya.
De otro lado, el brujo de Myriam Fefer, Marco Antonio Talledo, aseguró que Myriam le confesó que estaba enamorada del abogado Flint Blanck y que el sueño de ella era casarse algún día con él.
