El Tribunal de Apelación de París ha acordado entregar temporalmente a España al ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, «Txeroki», para ser interrogado sobre cinco de las veintiuna causas que tiene abiertas en la Audiencia Nacional, informaron hoy fuentes jurídicas. Txeroki, detenido en noviembre pasado en Francia, será trasladado a España el próximo 21 de setiembre y permanecerá en este país hasta el 26 de septiembre.
Ésta es la primera vez que se procede a una entrega temporal por parte de Francia en fase de instrucción cuando el terrorista aún no ha sido condenado por ninguna causa en el país donde se produjo su detención. Entre las cinco causas por las que se ha concedido la entrega figuran los intentos de asesinato del dirigente socialista Eduardo Madina, la ex teniente de alcalde de Portugalete (Vizcaya) Esther Cabezudo, el presidente del Consejo de Administración del Grupo Correo Enrique Ybarra y el de delegada de Antena 3 en Vizcaya María Luisa Guerrero.
Estos atentados fueron cometidos en 2002, época en la que «Txeroki» integraba el «comando K-Olaia», llamado así en recuerdo a la etarra fallecida Olaia Castresana. El que fuera jefe del aparato militar de ETA será interrogado también por el atentado con coche-bomba perpetrado en Bilbao el 12 de enero de 2002.
La Fiscalía reclamó la entrega por estas cinco causas concretas, ya que son las que ya cuentan con el visto bueno de la Corte de Apelación de París. El objetivo de esta medida es poder tomar declaración a «Txeroki» sobre los cinco procedimientos y asignarle un representante legal, tras lo que será devuelto a Francia hasta que se fije la fecha del juicio oral, cuando se le volverá a reclamar para ser juzgado en España.
Además de estas causas, Aspiazu tiene abiertos otros 16 procesos en la Audiencia Nacional, entre ellas el atentado de la T-4 en el aeropuerto de Barajas, el 30 de diciembre de 2006, que supuso la ruptura real del alto el fuego decretado por ETA, en marzo de ese mismo año y que acabó con la vida de dos ciudadanos ecuatorianos. También está acusado de haber encargado a los miembros de la llamada «caravana de la muerte» el traslado de una furgoneta cargada de explosivos (506 kilos de cloratita y 30 de dinamita Titadyne) para cometer un atentado en Madrid días antes de que se produjera el del 11 de marzo de 2004, acción que fue impedida al ser interceptado el vehículo.
Otra de las causas pendientes, que tramita el juez Baltasar Garzón, es la relativa al intento de atentado contra el Rey durante la Semana Santa de 2004 en la isla mediterránea de Mallorca.