La víctima de 75 años se ahogó cuando su casa se inundó en la aldea de Mulege, en la costa occidental de la península, informó José Gajón de la Toba, director de Protección Civil del estado de Baja California Sur. El funcionario añadió que otra persona estaba desaparecida en la aldea pesquera de San Buto. Los trabajadores de emergencias desalojaron a miles de personas de chozas y de zonas bajas, antes del miércoles, cuando Jimena entró a tierra, pero algunos se negaron a salir de sus hogares por temor a que sus pertenencias fueran hurtadas.
Los meteorólogos aún advierten sobre inundaciones y oleaje alto, pero se esperaba que aun estos efectos disminuirían gradualmente mientras la tormenta de movimiento lento sube por la península para regresar después al Océano Pacífico. Antes, durante la semana, los turistas salieron de la zona y los residentes buscaron albergue mientras Jimena se dirigía rugiendo hacia el los balnearios de costo multimillonario de Los Cabos como un huracán de categoría 4, con vientos máximos sostenidos de 240 kph (150 mph). Pero las playas y condominios donde estrellas de Hollywood vacacionan todo el año básicamente no fueron tocados y la tormenta se ha movido hacia el norte, arrancando algunos techos y derribando postes de líneas eléctricas en poblados agrícolas pequeños y villas de pescadores.
Loreto, el balneario importante más cercano al lugar donde tocó tierra Jimena, registró algún daño en casas y calles así como Ciudad Constitución, un poblado tierra adentro. Pero tras el paso de Jimena, algunos beneficios de esta tormenta del Pacífico estaban comenzando a superar a los daños materiales.
«Afortunadamente, este tipo de fenómeno climático por el que estamos pasando trae mucha agua», dijo José Luis Luege Tamargo, director de la Comisión Nacional del Agua, a la estación de radio Cabo Mil. «Esta lluvia indudablemente llenará los acuíferos de toda la región», señaló. Empero, no se esperaba que Jimena proporcione ningún alivio ante los fieros incendios forestales del sur de California, conforme se dirige al norte sobre el Pacífico, señaló Dennis Feltgen, un vocero del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, en Miami.
A las 0000 GMT, los vientos máximos sostenidos de Jimena habían disminuido a cerca de 65 kph (40 mph). La tormenta estaba centrada aproximadamente 50 kilómetros (30 millas) al norte de Santa Rosalía, México, y se encontraba casi estacionada, dijo el centro de huracanes.