«La historia de mi padre es inspiradora», dijo Diane Disney Miller, su hija. «Quiero que la gente entienda su carácter y cómo sobresalió en lo que hacía». El objetivo es también que los visitantes se diviertan. «Nuestro museo será entretenido», prometió. «Eso es lo que papá hubiera querido». Desde la muerte de Disney en 1966, a los 65 años, una buena parte de los reportajes sobre el hombre que creó al célebre ratón no ha sido precisamente elogiosa, comenzando con la difusión falsa pero persistente de que su organismo fue congelado en una cámara criogénica, cuando en realidad se le incineró y sepultó.
Con el tiempo, el icono se ha vuelto tan distinto de la persona que algunas de las personas más jóvenes piensan que Walt Disney es un personaje empresarial fabricado, dijo Richard Benefield, director general-fundador del nuevo museo. Incluso para quienes conocen la historia de Disney, ésta puede ser confusa.
«La gente recuerda cosas muy específicas sobre Walt, sólo fragmentos y no necesariamente lo recuerda en una forma más general», dijo Benefield. La posibilidad de ver el trabajo de Disney en un lugar _las animaciones vanguardistas, los parques de diversiones y los avances tecnológicos_ «resulta algo excepcional», afirmó.
El museo, todavía en construcción, será inaugurado el 1 de octubre. Contará con 10 galerías, incluida una sobre los comienzos de Disney en una granja de Misurí. Entre los artefactos exhibidos figurará un formulario donde Disney, cuanto tenía 16 años, mintió sobre su edad, cambiando la fecha de nacimiento de 1901 a 1900, para poder entrenar como conductor de una ambulancia de la Cruz Roja en la Francia de la Primera Guerra Mundial, conflagración que estaba terminando cuando el joven llegó.
Las exposiciones muestran puestos para escuchar grabaciones, así como más de 200 pantallas de video y vitrinas con tecnología interactiva. El museo consta de tres inmuebles históricos que han sido rediseñados y remodelados por Page & Turnbull, de San Francisco. La arquitectura interior y las instalaciones corrieron a cargo de Rockwell Group.
Se ubicará en la antigua base Presidio del Ejército, desde donde puede apreciarse el Puente Golden Gate. Ello pone al museo «en el centro del universo de la animación actual», dijo Benefield, pues los estudios Lucasfilm Ltd. queda al norte y los estudios Pixar al oriente.
Al otro lado de la Bahía de San Francisco, John Lasseter, cofundador de Pixar, está emocionado por el nuevo museo. «No sólo ilustrará estupendamente lo que fue la vida y la carrera de Walt, sino también su impacto en el espectáculo y en el medio de la animación», dijo Lasseter, quien estudió con artistas que trabajaron para Disney en el Instituto de las Artes de California, donde se graduó en cine y trabajó como animador de Disney en los albores de su vida profesional.
«Realmente pienso que éste será uno de los lugares de visita obligada en San Francisco». Las exposiciones destacan los ámbitos en los que Disney fue innovador, desde la sincronía del sonido con un dibujo animado hasta el aprovechamiento pleno de las maravillas del Technicolor para desarrollar los planos múltiples de cámara, añadiendo la sensación de profundidad a «Blanca Nieves y los Siete Enanos», considerada una locura hasta que se estrenó con aclamaciones.
Las estatuillas del Oscar, una grande y siete pequeñas, otorgadas a esa película, estarán también en exhibición. En total, Disney ganó 32 premios de la Academia de Ciencias y Artes Cinematográficas. «Sus ideas fueron más allá de lo que se había hecho en Hollywood. Siguió impulsando la tecnología de la animación y eso es algo que en Pixar también hemos hecho», destacó Lasseter, director creativo de Pixar y de Disney Animation Studios.
The Walt Disney Co. adquirió Pixar en 2006. The Disney Co. colabora en el proyecto, pero el museo, de 110 millones de dólares y cofundado por Miller y por su hijo Walter E.D. Miller, es un proyecto independiente, financiado por completo por la Fundación Familiar Walt Disney. La historia de Walt Disney tiene altibajos y Benefield dijo que el museo no evitará mencionar los errores. «Todo lo pondremos ahí», señaló.
Tras el éxito de «Blanca Nieves», la película «Fantasía», de 1940, dividió a la crítica _años después se convirtió en un éxito_ y estuvo a punto de llevar a la quiebra al estudio. Luego vino una huelga en los estudios de Disney, seguida por los años de la Segunda Guerra Mundial, cuando la compañía fue esencialmente tomada por los militares. El museo abordará la huelga e incluirá testimonios de Disney ante la Comisión de Actos Antiestadounidenses de la Cámara de Representantes.
