Sin embargo, los astronautas encontraron dificultades de último minuto con un conector y tuvieron que dejar el trabajo sin terminar. Fue la segunda caminata espacial para Fuglesang en la misión y la tercera para Olivas, a 354 kilómetros (220 millas) de la Tierra. Olivas y su colega Fuglesang extendieron 18 metros (60 pies)de cableado para el nuevo habitáculo que será acoplado a la base orbital a principios del año próximo.
La pareja también instaló un par de antenas de Sistemas de Posicionamiento Global (GPS) y reemplazaorn algunos equipos electrónicos en su segunda excursión al espacio en tres días. Todo marchaba bien hasta cerca del final de la caminata de siete horas en el espacio, cuando ambos tuvieron problemas en instalar uno de los conectores del cable a un panel solar de la estación espacial, y lo que resultó peor es que la cámar adel casco de Fuglesang se desprendió y esto dificultó a los controladores de vuelo el poder observar su trabajo, al generar imágenes inestables y de cabeza.
«Creímos que usted estaba haciendo movimientos acrobáticos», dijo el Centro de Control a través de la radio. El Centro de Control le pidió a Fuglesang que pusiera cinta aislante alrededor del conector suelto de electricidad y que lo dejara así.
Sin embargo, la cámara y el ensamblado de luz de su casco terminaron por caerse completamente.
Olivas le retiró el equipo.
Ante la cercanía de la oscuridad, Fuglesang recibió la orden de regresar al habitáculo con aire, mientras que Olivas se hizo cargo del trabajo del aislamiento para la madrugada del domingo.
En las primeras dos caminatas espaciales de esta misión, los astronautas instalaron un nuevo tanque de refrigerante para la estación. El sábado, los astronautas salieron rápidamente y tiraron del estante para sacarlo y abrirlo. Olivas ayudó a instalar el marco en el costado derecho de la estación espacial, hace dos años. «Es como en los viejos tiempos, ¿verdad, Danny?», le preguntó el astronauta Patrick Forrester desde el interior.
Además del trabajo en el estante, los caminantes espaciales instalaron nuevas antenas del sistema de localización global (GPS, en inglés) y reemplazaron viejos dispositivos electrónicos. Su última tarea era colocar y tender 18,3 metros (60 pies) de cable para un habitáculo que se instalará en el futuro en la estación. Fuglesang es el único de los siete tripulantes del Discovery que no tiene la nacionalidad estadounidense. Sin embargo, habitan la estación espacial un belga, un canadiense, dos rusos y dos estadounidenses.
Esa tripulación total ha empatado un récord como la más numerosa en el espacio, de 13 integrantes. Además, por primera vez en la historia, el transbordador transportó a dos astronautas de ascendencia mexicana, Olivas y José Hernández, que creció en el seno de una familia de trabajadores inmigrantes.
La caminata del sábado es la última tarea de las más importantes que deben realizar los siete astronautas del transbordador antes de partir de regreso el martes. Se espera que terminen su misión de 13 días al aterrizar en Florida el jueves.