(Aeronoticias).- El paseo en globo revela la biodiversidad de la selva amazónica y los misterios de las figuras geométricas milenarias encontradas en el estado.
Los encantos y misterios del estado de Acre vistos bajo un nuevo ángulo: eso es lo que el paseo en globo, que recorre las proximidades de la capital Rio Branco, proporciona a los turistas aficionados a los desafíos a 300 metros de la superficie. Además del deslumbrante paisaje de la selva amazónica, con la mayor biodiversidad del planeta, los viajeros se verán encantados por los geoglifos, formaciones en el suelo en formatos geométricos, como cuadrados, círculos, líneas y espirales, descubiertos en la década de 1970 en la región.
Actualmente 391 campos y 478 geoglifos, probablemente hechos por poblaciones que habitaron la región hace más de mil años, han sido catalogados en Amazonas y forman parte del patrimonio arqueológico de la región. A pesar de los estudios, poco se sabe acerca del significado de los diseños, o con qué tipo de herramientas habrán sido hechos. Pero la mejor manera de divisarlos es sobrevolando la zona.
Entre brasileños y extranjeros, más de 400 personas ya han realizado este tipo de paseo. “El incentivo al vuelo en globo, difundido en el estado desde hace casi tres años, es una de las estrategias de divulgación de las bellezas y riquezas de Acre”, según la secretaria de Turismo del Estado de Acre, Rachel Moreira.
En la actualidad, los paseos en globo duran entre 40 a 60 minutos y pueden realizarse en dos tipos de globo: uno con capacidad para dos pasajeros y otro con espacio para ocho personas, además del piloto. Pero para hacerlo hay que despertarse bien temprano, como explica Cassiano Oliveira, director de la compañía que ofrece este servicio y también piloto. “Las primeras horas de la mañana brindan las condiciones ideales para realizar el vuelo. Salimos en coche desde Rio Branco a las 4h30 hacia la zona rural de la ciudad”, explica. Durante el traslado, los turistas son instruidos acerca de los procedimientos del vuelo.
Asimismo, los participantes experimentan todas las etapas de la experiencia y ayudan incluso en el proceso de montaje del globo, que inicia su ascenso alrededor de las 5h30, cuando el día está amaneciendo. Siempre se hace una rigurosa evaluación de las condiciones climáticas del lugar antes de la partida.
El periodista Éder Yanaguita de 33 años, que vive en Campo Grande (MS), ha decidido regalarle a su esposa Christiane el paseo en globo como celebración por su 20 aniversario de casados. “Es un paseo que vale la pena repetir. Además del vuelo en globo, nos ha encantado el viaje, la ciudad, y principalmente la gente”, dice Yanaguita.
Un equipo asiste, por tierra, al aterrizaje del globo. Al término de los paseos se brinda un desayuno a los pasajeros. Toda la experiencia es filmada y los participantes reciben un DVD con las imágenes al final de la aventura, además de un certificado del curso de introducción al vuelo en globo.
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