Encontraron que era más probable que las personas jóvenes y de mediana edad que vivían en hogares donde se exponían a ruido de tránsito mayor a 60 decibeles, presentaron presión arterial alta, que con el tiempo puede ocasionar enfermedad cardiovascular y apoplejía. La asociación con hipertensión se fortaleció a medida que aumentó el nivel de decibeles.
Entre las personas de 60 a 80 años, altos niveles de decibles no estuvieron asociados a mayor hipertensión. Una razón de este hallazgo podría ser que las personas jóvenes tienen menor probabilidad de tener presión arterial alta, haciendo que el impacto del ruido del tránsito sea más evidente. «El efecto del ruido puede hacerse menos importante o más difícil de detectar, en relación a otros factores de riesgo asociados con el aumento de la edad», dijo el autor del estudio, Theo Bodin. «Alternativamente, podría ser que la molestia del ruido varíe con la edad».