(Aeronoticias) Los cuerpos de las diez personas fallecidas al caer un avión tras despegar del aeropuerto uruguayo de Laguna del Sauce fueron retirados esta mañana por las autoridades encargadas de la tarea.
El bombero a cargo del operativo de rescate, Joaquín Elizondo, indicó que «era imposible» que los ocupantes de la aeronave «pudieran haber sobrevivido» al impacto.
Los cadáveres, que estaban carbonizados ya que el avión se prendió fuego, fueron trasladados a dependencias de la Fuerza Aérea.
Según se informó hoy, el avión argentino Beechcraft King B-90 turbohélice que se estrelló en la localidad uruguaya de Laguna del Sauce, en el departamento de Maldonado, ya había tenido un accidente en 2013 en el aeropuerto bonaerense de San Fernando.
Según un informe de la Junta de Investigación de Accidentes de Aviación Civil (JIAAC), la aeronave protagonizó el 21 de noviembre de 2013 «un aterrizaje con tren retraído».
Esta conclusión de la JIAAC se encuentra en el expediente número 76.713 con la carátula de «accidente» y en el que se destacó que fue de «importancia» los daños en la aeronave.
Por su parte, fuentes de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) informaron que el Beechcraft King B-90 turbohélice «podía realizar vuelos internacionales y tenía todos los papeles en regla».
Los voceros, en diálogo con DyN, aseguraron además que la aeronave había superado «una rigurosa inspección de fase 4 a principios de este mes» en un «taller habilitado».
«El avión pertenecía al laboratorio Droguería Meta SA desde 2010 y tenía todos los papeles en regla, por lo que podía realizar vuelos internacionales», manifestaron las fuentes.
Fuente: El Litoral
