Notificados el martes sobre el plan de cerrar el área, los responsables de edificios de oficinas, restaurantes y comercios cerraron poco después del mediodía. A esa hora empezaron a retirarse del lugar. Algunos estaban encantados de prolongar el fin de semana. Otros se mostraron decepcionados. «No he tenido un cliente en todo el día», se quejó la comerciante Li Hongxia, que tuvo que cerrar a las 3 de la tarde. Pero dijo que «aunque nos afecte a los negocios, vale la pena porque el desfile será un gran éxito».
La intensa seguridad es un intento por mantener en secreto algunos detalles del desfile y a la vez impedir cualquier interrupción. Es el cuarto ensayo hasta ahora. Tanques modelo 99, camiones con misiles intercontinentales DF-31 que pueden alcanzar Estados Unidos y vehículos que transportaban aviones no tripulados pasaron camino de la Avenida de la Paz Eterna, prácticamente vacía de espectadores.
Los volantes distribuidos el jueves ordenaron a la gente que vive cerca de las rutas del desfile que se quede en sus casas y no mire por la ventana.